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Quilinox es distribuidor en España y Portugal de la marca italiana de bombas CSF.
En el sector de alimentación es habitual que, para preparar un producto final, se necesite descargar bidones con materia prima (concentrado de fruta, tomate, caldos, etc.). La marca de bombas CSF, distribuida en España y Portugal por Quilinox, proporcionó una solución que reduce riesgos, tiempo y optimiza recursos humanos y económicos con un retorno de la inversión a partir del año desde la puesta en marcha.
El caso de este cliente de Quilinox, es el de miles de empresas en España y Portugal, para descargar bidones de tomate concentrado, normalmente llevaba los bidones a la zona de descarga uno a uno. En algunas empresas son los operarios los que transportan manualmente estos contenedores de entre 200 y 250 kilos, con el peligro y riesgo que conlleva para las personas, además del tiempo para realizar la operación.
Otra manera de hacerlo es con un útil en una carretilla elevadora, que tiene que transportarlo uno a uno, acoplarlo y hay un riesgo evidente de que se resbale y se pierda el producto. Esto además, vuelve a conllevar un riesgo para el personal y el tiempo de limpieza del desperfecto.
La solución de CSF
La marca italiana de bombas CSF ha ideado una solución práctica, segura y cómoda. Se trata de su descargador de bidones de brazo oscilante que permite descargar palés de hasta 8 contenedores sin necesidad de moverlos uno a uno. Con este sistema, basta con trasladar el palé con la carretilla directamente, ya que suelen recibirse en palés de 4.
“Con este producto, nuestro cliente ha reducido el tiempo de ejecución del proceso en un 90%, empleando sólo un operario, donde antes necesitaba hasta tres”, aseguran desde Quilinox.
El sistema con PLC automatiza el proceso de vaciado y es adaptable a diferentes formatos, como por ejemplo bidones estándar de 220 kilos o bidones de volúmenes especiales.
El plato seguidor vacía hasta un 99,9% del bidón, maximizando el aprovechamiento del producto sin apenas pérdidas.
Con estos detalles, este cliente ha reducido el tiempo de ejecución de este proceso en un 90%. De hecho, antes esta tarea la hacían 2 o 3 personas, y ahora, con un único operario se realiza todo. Lo que supone un gran ahorro de tiempo y personal, además de no crear un cuello de botella en el proceso global.
Si sumamos los salarios, la agilidad del proceso y la reducción de riesgos, sin duda a partir del año de la puesta en marcha se puede recuperar la inversión realizada con un equipo llamado a durar muchos años.