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El 60% de los encuestados esta a favor de su producción en España, viéndolo como un impulso económico gracias a la creación de empleos y el fomento de la I+D en la industria alimentaria, según el estudio ‘Opiniones sobre la carne cultivada en España’.
No es una novedad que cada vez más los consumidores están explorando nuevas opciones y buscando diversificar sus dietas. Esta tendencia se refleja en los resultados de una reciente encuesta realizada por YouGov para el Good Food Institute Europe, una organización internacional no gubernamental que trabaja con científicos, empresas e instituciones para impulsar el sector de las proteínas alternativas. Según este estudio, el 39% de los españoles tiene previsto reducir su consumo de carne en los próximos dos años, mientras que el 5% afirma no consumirla. Además, el 58% respalda la llegada de la carne cultivada al mercado español si cumple con estándares de seguridad alimentaria. De hecho, esta opinión es compartida sin importar las afinidades políticas.
El proceso de elaboración de la carne cultivada conlleva la extracción de una pequeña muestra de células de un animal y su posterior cultivo en lo que se denomina un biorreactor, algo similar a un fermentador como los que se utilizan en la producción de cerveza. De este modo, se recrean las mismas condiciones que se darían en el interior del organismo para que las células se repliquen y lleven a cabo los mismos procesos de crecimiento que tendrían dentro del animal, incluyendo los nutrientes básicos (agua, proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales) necesarios para producir carne. Es un proceso similar al cultivo de plantas por medio de esquejes en un invernadero.
Aunque actualmente la carne cultivada aún no se encuentra disponible en el mercado español, la encuesta revela que el 56% la probaría al menos una vez, y el 24% consideraría reemplazar parte de la carne convencional que consume actualmente por esta nueva alternativa, si estuviera disponible en España*. Esto se suma a la creciente demanda de incluir en el mercado opciones alimenticias más sostenibles y éticas, proporcionando a los consumidores la libertad de elegir entre distintas fuentes de proteínas.
De acuerdo con la evidencia científica disponible, la producción de carne cultivada utilizando energía renovable podría reducir las emisiones climáticas hasta en un 92%, reducir la contaminación del aire hasta en un 93% y usar hasta un 95% menos de superficie agrícola. Permitiendo un uso más eficiente del suelo que podría hacer posible incrementar la superficie destinada a prácticas agrícolas más sostenibles y evitando problemas como el abandono de nuestros campos y montes.
El estudio también revela que el 48% de los españoles, de distintas afinidades políticas, considera que las administraciones deberían invertir en investigación y desarrollo (I+D) de carne cultivada*. De hecho, el 60% de los encuestados está a favor de que esta se produzca en España*, ya que, gracias a la creación de empleo y el impulso que daría al sector alimentario en términos de I+D, consideran que podría tener un impacto muy positivo en la economía del país.
Carlos Campillos Martínez, Public Affairs Manager Spain de The Good Food Institute Europe, concluye diciendo que "estos datos muestran que hay un creciente interés y curiosidad hacia la carne cultivada en España. Estos productos no solo ofrecen una respuesta a la demanda de los consumidores, sino que también puede suponer una importante oportunidad para nuestra economía. Es alentador ver que más de la mitad de los españoles están a favor de su llegada al mercado, cuando así lo apruebe el regulador europeo. Esto refleja un claro respaldo a las opciones más innovadoras que, a su vez, pueden tener importantes beneficios. Además, tienen claro que las administraciones tienen un importante papel que jugar a la hora de impulsar la I+D en este sector y de ayudar a nuestros agricultores a que puedan aprovechar estas oportunidades".
Acceso al estudio completo en este enlace.