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El centro tecnológico ha trabajado con más de 1.800 empresas, pertenecientes a los sectores agroalimentario, cosmético, envase, químico y farmacéutico.
El centro tecnológico AINIA incrementó sus acciones en economía circular y sostenibilidad un 10% en 2023. Para ello, ha trabajado con más de 1.800 empresas y ha desarrollado más de 286 proyectos de I+D+i dirigidos principalmente a diseñar procesos y equipos más eficientes y limpios; implementar energías renovables como el biogás; reducir la generación de residuos y subproductos de la industria y su valorización en nuevos materiales e ingredientes y el uso de materia primas biodegradables, reciclables o compostables.
Además, se impulsaron sistemas para la optimización de la producción con inteligencia artificial (IA), la prevención de la contaminación microbiológica o el ecodiseño de envases para reducir el desperdicio y prolongar la vida útil de los productos, entre otros.
La Oficina Europea de Estadística, Eurostat estima que actualmente cerca del 1,7% de los empleos en la UE están relacionados con la economía circular y que podrían aumentar hasta 700.000 nuevos puestos de trabajo en 2030. La evolución de este modelo de producción en España muestra retraso en comparación con las economías más competitivas de nuestro entorno, especialmente en los temas relacionados con el ciclo de vida del producto y con la gestión de los residuos.
AINIA es una organización comprometida con la innovación sostenible y la resolución de desafíos en bioeconomía, en línea con los retos sociales y los ODS. Por ello, el centro basa su oferta tecnológica en cinco de los principales retos a los que se enfrentan las empresas: la alimentación del futuro, salud y bienestar, transición verde, calidad y seguridad alimentaria y la transformación digital.
En base a estos retos, en 2023 el centro realizó más de 510 asistencias tecnológicas a empresas y 110.000 servicios analíticos. En concreto, las asistencias tecnológicas estuvieron relacionados mayoritariamente con la calidad y la seguridad alimentaria.
Además, las 125 actividades formativas y eventos realizados han reunido a más de 2.400 profesionales procedentes de 1.350 empresas, y han supuesto cerca de 1.960 horas lectivas. Entre estos eventos cabe destacar: el taller sobre el Real Decreto paraenvases y residuos de envases en el sector alimentario o la jornada sobre Sostenibilidad de los envases en alimentación; la jornada sobre Obligaciones y oportunidades de la nueva ley de desperdicio alimentario; la jornada sobre la Alimentación del futuro; la jornada sobre transformación digital en la industria agroalimentaria; la jornada sobre soluciones al cambio climático: la descarbonización; el curso de especialización sobre producción y uso de biogás; el curso sobre diseño higiénico de equipos e instalaciones; el curso de especialización sobre mejora de la gestión del agua en la industria agroalimentaria o la jornada sobre el desarrollo tecnológico de startups en bioeconomía.
El centro ha aumentado en un 10 % los proyectos de I+D+i dirigidos a responder a desafíos específicos de la industria agroalimentaria, cosmética, química, farmacéutica y envase, utilizando tecnología avanzada para generar soluciones eficaces y sostenibles. Entre los proyectos en los que se está trabajando en AINIA en este ámbito destacan:
En cuanto a la reducción de la huella de carbono y una gestión más sostenible de los recursos: El proyecto PHEROPLUS dirigido a la bioproducción sostenible de feromonas de insectos y sus precursores para el tratamiento de plagas y cultivos sin tratamientos químicos. También NANOBAC, dedicado a la producción de anticuerpos en levaduras para aumentar la seguridad alimentaria con aplicaciones como aditivos alimentarios y sensores portátiles para la detección temprana de patógenos. Asimismo, se están investigando soluciones biológicas y tecnológicas para evitar la propagación de plagas en el cultivo de patata en el proyecto europeo Patafest, en el que participa AINIA.
El proyecto AGRISME, dirigido a investigar el uso de tecnologías digitales a las pequeñas y medianas explotaciones agrícolas, que faciliten a los agricultores la adquisición de datos mediante el uso de dispositivos móviles de bajo coste, para mejorar la productividad y competitividad de las explotaciones agrícolas.
Otra de las propuestas es la valorización de subproductos agrícolas como fuentes alternativas de ingredientes alimentarios. En el proyecto VALUÓS se realizó una valorización de residuos de cítricos, sandía y caqui y sus respectivos subproductos. Con ellos se obtuvieron ingredientes con los que elaborar postres lácteos, gominolas, snacks o toppings.
El centro también está participando en el proyecto europeo Cheers que tiene como finalidad la revalorización de los residuos de la industria cervecera para convertirlos en bioproductos competitivos en el mercado y el proyecto Mix-Matters, para la valorización eficiente de residuos mixtos de origen biológico.
Además, destaca el proyecto REFUCOAT en el que se ha trabajado con envases activos sostenibles y biodegradables para snacks, cereales y carne que contribuyan a aumentar la vida útil o prevenir el desarrollo de microorganismos patógenos que puedan comprometer la seguridad alimentaria.
En cuanto al impulso de energías renovables y la reducción de residuos, el centro está trabajando en el proyecto REPTES en el que se ha desarrollado un modelo circular que integra la producción de biohidrógeno a partir de paja de arroz y lodos, procedentes de depuradoras de aguas residuales (EDAR).
Una de las estrategias para reducir la generación de residuos de envases en el sector alimentario es el empleo de recubrimientos comestibles en productos frescos, así como el uso de envases comestibles para alimentos en porciones monodosis. En esta línea AINIA está trabajando en el proyecto PREVENCPACK. Además, en el marco del proyecto europeo URBIOFIN se han desarrollado prototipos de bolsas de basura, films para agricultura y envases cosméticos, a partir de un bioplástico obtenido de residuos orgánicos.
El programa StartBEC tiene como objetivo principal ofrecer acompañamiento tecnológico a startups del sector de la bioeconomía.
Es un programa de impulso tecnológico a empresas emergentes españolas fruto de la colaboración entre AINIA y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). El programa proporcionará a startups seleccionadas un servicio de mentorización tecnológica individualizado y gratuito que incluye: la posibilidad de realizar ensayos o estudios piloto para el testado de procesos o productos; la realización de dinámicas de innovación con expertos para desarrollar aspectos tecnológicos de su modelo de negocio y una estancia tecnológica en AINIA. Asimismo, las startups dispondrán de un servicio de vigilancia tecnológica personalizada adaptada a su área de actividad y soporte en la identificación y participación en oportunidades de financiación a la I+D+i.
Las áreas de trabajo en el programa StartBec abarcan retos y necesidades técnicas relacionados con: producción sostenible de biomasa incluyendo proteínas alternativas; aprovechamiento sostenible de residuos y subproductos agroalimentarios paraalimentación o cosmética (upcycling); obtención y uso de biopolímeros o bioplásticos para un packaging sostenible y biocombustibles y químicos biobasados, entre otros.
El compromiso de AINIA con la Agenda 2030 ha llevado al centro a lograr un impacto de más de 110 millones de euros en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) derivados principalmente, de su actividad en I+D+i (ODS 9: aumentar la investigación científica y mejorar la capacidad tecnológica de los sectores industriales, fomentando la innovación).