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La refrigeración industrial es uno de los aspectos más importantes de la conservación de los productos de la huerta.
En la industria de la alimentación, más en concreto en el sector hortofrutícola (frutas, verduras y hortalizas), los sistemas de refrigeración juegan un papel fundamental, ya que son los principales responsables de evitar la rápida proliferación de las bacterias en los alimentos, que son las culpables de que se echen a perder.
Por eso, en el artículo de hoy queremos destacar la importancia que tienen estos sistemas de refrigeración en la seguridad alimentaria y lo esencial que resulta darles el mantenimiento adecuado, lo cual es posible gracias a empresas especializadas como Tefrile (tefrile.es).
La refrigeración industrial es uno de los aspectos más importantes de la conservación de los productos de la huerta, ya que es la encargada de mantener la cadena de frío desde que se recogen las frutas, verduras y hortalizas, hasta que llegan a las tiendas y supermercados.
Estos sistemas de refrigeración consisten en entornos cerrados donde se mantiene una temperatura inferior distinta a la exterior, y también se puede regular la humedad del ambiente. Esta diferencia de temperatura es bastante significativa y está diseñada para proteger el contenido, evitando así que se estropee y manteniéndolo en las condiciones ambientales deseadas.
Este tipo de refrigeración industrial suele consistir en cámaras de congelación de gran tamaño donde se puede almacenar todo tipo de alimentos como frutas, verduras, frutos secos, carne o pescado, pero también se utilizan para conservar otros productos que necesitan condiciones ambientales específicas como productos químicos y medicamentos.
Resulta necesario hacer una adecuada recolecta, manipulación, almacenaje y distribución de los productos alimentarios perecederos, como son las frutas y los vegetales, para que puedan llegar en perfecta condiciones al consumidor final. La refrigeración industrial es el proceso clave que garantiza la frescura de estos alimentos, pero también aumenta su duración.
Para evitar la proliferación de bacterias y garantizar la integridad de los productos, es esencial controlar la temperatura y la humedad. Las bacterias prosperan en entornos con nutrientes, donde la humedad y la temperatura son óptimas, lo que les permite reproducirse rápidamente. No poder controlar estas variables, en muchos casos, pueden desembocar en enfermedades transmitidas por los alimentos.
Pero además de para evitar que se estropeen, la refrigeración también es imprescindible para darle el tratamiento idóneo a los distintos tipos de frutas, verduras y hortalizas. Esto es especialmente importante con las frutas climatéricas, que son aquellas que una vez cortadas se estropean rápidamente, como son los tomates, las manzanas, los melones o las peras. Cuando se trata de estas variedades, se recolectan antes de que estén maduras para que terminen de hacerlo dentro de las cámaras frigoríficas. Mientras que en el caso de las frutas y verduras no climatéricas, como los cítricos, los pepinos o los pimientos, el tratamiento que reciben es completamente distinto.
Las empresas que se dedican a la producción, procesamiento o venta de mercancía hortofrutícola también se apoyan en las cámaras frigoríficas para reducir las posibles pérdidas en su negocio. Es decir, utilizan estos sistemas de refrigeración para retrasar la maduración natural de los productos del campo, de manera que la cantidad de los mismos que se echará a perder será mucho menor, permitiendo mantener los márgenes de beneficios intactos.
Es de vital importancia mantener los alimentos bien conservados para evitar problemas de salud en los consumidores, para poder mantener en buenas condiciones a los alimentos y, en definitiva, reducir la posibilidad de tener pérdidas en los negocios. Todo ello es posible gracias a la refrigeración en cámaras industriales y a las empresas especializadas que las mantienen en perfecto funcionamiento.