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Valtria, especializada en el diseño, instalación y puesta en marcha de salas blancas y entornos críticos, aporta soluciones técnicas y personalizadas en cada uno de sus proyectos.
Todos los alimentos elaborados o semielaborados que consumimos en casa y encontramos en supermercados y grandes superficies están sometidos a procesos de industrialización muy diversos que conllevan fabricar un producto en condiciones óptimas para su venta y consumo final. Esto incluye desde la llegada de los alimentos a la fábrica, el almacenamiento, procesamiento, conservación y servicio. Esta industria engloba a sectores tan variados como el pesquero, cárnico, lácteo, aceite, vino, agua, cacao, panificación o bebidas (incluidas las alcohólicas). Todos tienen en común algo fundamental, y es garantizar la calidad de cada uno de los productos alimentarios, prevenir la contaminación cruzada, evitar transmisión de virus y enfermedades en los alimentos. Una sala blanca o sala limpia es el espacio habilitado en el interior de las empresas para la elaboración y manipulación de los alimentos que garantiza un estricto control de partículas contaminantes, es decir, son espacios que limitan tanto la introducción, la generación o la retención de estas partículas, así como ayudan a controlar la humedad, temperatura y presión dentro de las instalaciones alimentarias. La instalación de estas salas blancas es crucial en el sector alimentación. Hay que seguir unas normas muy estrictas tanto en el diseño, su clasificación, los sistemas de ventilación y filtración, la iluminación, monitorización y validación regular.
El gran impacto que tiene la industria alimentaria en la actividad económica lleva consigo la necesidad de una higiene y asepsia extrema dentro de los recintos donde se manipula cualquier alimento. La incorporación de las salas blancas en la industria alimentaria se debe a las necesidades de consumo en la sociedad actual. Cada vez hay más alimentos elaborados con largos periodos de conservación que exigen procesos específicos, con niveles de higiene altos y precisos. Las salas limpias añaden, además, otros beneficios en este sector; como es mejorar la calidad de los productos, aumentar la reputación de la marca, simplificar todos los procesos y reducir los tiempos y costes de producción
Empresas como Valtria, especializada en el diseño, instalación y puesta en marcha de salas blancas y entornos críticos llevan más de 20 años liderando sectores como el de la alimentación, cosmética, biofarmacéutica, I+D, alta tecnología, hospitalario o bioseguridad, aportando soluciones técnicas y personalizadas en cada uno de sus proyectos. Su equipo de expertos técnicos e ingenieros ayudan a mantener unos altos estándares de calidad, higiene y seguridad en los productos de alimentación, sobre todo en lo que se refiere a reducir la contaminación microbiológica y contaminación cruzada. Dentro de esta macro industria Valtria se ha especializado en distintos subsectores de la alimentación en los que trabaja:
Estamos en unos espacios donde es necesario controlar factores como la temperatura, humedad, calidad del aire y la presencia de microorganismos para obtener un ambiente libre de partículas y garantizar así los niveles idóneos de inocuidad de los productos.
Mantener un alto nivel de calidad alimentaria y asegurar que se cumple toda la normativa es fundamental para garantizar la salud de las personas que luego van a consumir esos alimentos. Por eso, desde Valtria aplican las técnicas más innovadoras en la instalación de estas salas limpias y áreas críticas siguiendo estrictamente las normas en el diseño de estos espacios, sus sistemas de ventilación y filtración, iluminación, la monitorización y validación regular.