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El webinar ‘Alimentos funcionales que mejoran nuestra microbiota’, organizado el miércoles 5 de octubre por CNTA, resaltó el potencial de los pre y probióticos en la industria alimentaria.
Un informe de la startup israelí Tastewise señala que el 33% de los consumidores recurre con frecuencia a productos alimenticios para satisfacer sus necesidades de salud. Más en concreto, un estudio desarrollado por CHR Hansen indica que 1 de cada 5 consumidores españoles busca alimentos funcionales con probióticos.
Estos datos demuestran el interés de los consumidores por los alimentos beneficiosos para su salud. Conocer las novedades en alimentación funcional y pre y probióticos fue la temática del webinar ‘Alimentos funcionales que mejoran nuestra microbiota’, organizado por CNTA, el miércoles 5 de octubre, y que se engloba en la Red Tecnomifood, financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación.
David Lacasa, socio de la consultora Latern, inició el encuentro explicando las tendencias en alimentos funcionales, pre y probióticos. En su ponencia destacó que el mercado estadounidense está más desarrollado en esta categoría que el europeo. Así, relató que la de bebidas con probióticos y prebióticos es la categoría que mejor evolución muestra en América. Lacasa, principalmente, se refirió a la kombucha, los sheltzers con probióticos y los lácteos, referencias que dominan esta industria. Sobre los lácteos añadió que es un segmento que crece, ya que “una buena ocasión de consumo, relacionada con la salud, es el desayuno”.
Asimismo, un punto que destacó fue la diferencia existente entre los consumidores americanos y los del sur de Europa. Esta radica en que “para el de Estados Unidos, el concepto de funcionalidad está por encima del de sabor, un aspecto que en el sur de Europa sería algo inconcebible”.
Sobre la estrategia a seguir para introducir productos funcionales en España, Lacasa habló de fomentar conceptos como “la naturalidad” y explicar que los procesos que se realizan para elaborar el alimento “se han hecho siempre y que incluso se podría hacer en casa”.
Igualmente, David Lacasa resaltó la importancia de la comunicación en este tipo de productos y que estén avalados por mensajes científicos porque son “una razón para creer que la funcionalidad es cierta”, aunque en algunas situaciones la comunicación es “complicada porque el efecto del producto no es tan inmediato, pero el aval científico y la narrativa que se utiliza para explicar las propiedades del alimento ayuda a que el consumidor las comprenda mejor”.
En cuanto al futuro, para Lacasa el próximo paso en alimentos funcionales será pasar del concepto de salud al de “wellbeing” o bienestar, con una visión “más holística, en la que no solo es importante el cuerpo sino también la mente, aspecto que está muy en boga en estos momentos”. Y dentro de este mundo, el consultor prevé la llegada al sector de la alimentación de los psicobióticos, productos dirigidos a mejorar “el estado mental influyendo en la microbiota”.
Cerrato Provita, un ejemplo de queso funcional
A continuación, Raquel Fernández González, directora de Fábrica de Cerrato, presentó a los asistentes Cerrato Provita, una gama de quesos con probióticos, con dos años en el mercado. Raquel Fernández también explicó las razones de la apuesta de Cerrato por esta serie de quesos funcionales. Con la llegada de la Covid-19 desde la empresa “querían ir un paso más allá” y por ello buscaron productos que se englobaran en el concepto de placer y salud.
Sobre esta última idea, aclaró que la decisión de añadir probióticos a su nueva línea de queso se fundamentó en la gran cantidad de estudios clínicos respecto al “consumo de probióticos y el beneficio que tienen para la salud humana”, en la incorporación de los “dos probióticos más documentados del mundo: LGG y BB-12 de CHR Hansen” y en la creciente preocupación de la población sobre “el sistema inmune”.
Además, Fernández también se hizo eco de un estudio de CHR Hansen sobre alimentos funcionales para explicar el por qué decidieron lanzar la gama Provita. Algunas de las conclusiones que destacó fueron que “el 30% de los consumidores españoles busca alimentos funcionales beneficiosos para el intestino y el sistema inmune; en España el porcentaje de consumidores que toma probióticos de forma frecuente es mayor que en otros países europeos (Francia, Alemania o Italia entre otros), y que el consumo de queso encaja en los momentos más habituales en los que se consumen probióticos: comida, merienda, momento snack o por la noche”.
Parabiótico, la próxima tendencia
Para concluir el webinar Raquel Virto, responsable Científico-Técnica de CNTA, indicó, ante una pregunta de los asistentes, que para mantener un probiótico vivo, con sus propiedades, se requiere mantener “la cadena de refrigeración o que se realice un proceso de hidrofilización”.
Eso sí, Virto avisó de una próxima tendencia que está llegando: la formulación de alimentos con parabióticos (microorganismos muertos), ya que “científicamente se está viendo que la actividad funcional que muchos microorganismos desarrollan no es por el hecho de que estén vivos, si no por las estructuras que tienen, las cuales ejercen un efecto saludable cuando llegan al colón”, lo que conllevaría un ahorro de costes.