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Diseñado para que los pequeños productores locales puedan procesar y envasar sus propias frutas y hortalizas IV gama en las inmediaciones de su explotación agrícola.
En el marco del proyecto europeo FOX, AINIA está trabajando en el desarrollo de un contenedor móvil en el que seleccionar, procesar y envasar frutas y hortalizas frescas utilizando sistemas de envasado más sostenibles. El contenedor dispone del equipo necesario para un procesado suave (lavar, cortar, envasar) de frutas y hortalizas cerca de la explotación agrícola, de modo que puede trasladarse de agricultor a agricultor dentro de una misma región y utilizarse para procesar distintos tipos de frutas y hortalizas.
El proyecto FOX (Food processing in a box) acerca tecnologías innovadoras de procesado suaves para frutas y hortalizas a los pequeños productores agrícolas, para que puedan desarrollar productos de mayor valor añadido o aprovechar subproductos como por ejemplo, zumos o snacks. Para ello, se están diseñando cuatro tipos de unidades basadas en diferentes tecnologías y orientadas a diferentes productos típicos de cada región.
El proyecto FOX forma parte del programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, en el que colaboran un total de 25 socios entre universidades, centros de investigación, pymes, industrias y asociaciones de nueve países europeos. Este grupo de trabajo, liderado por el centro alemán DIL, se ha reunido esta semana en las instalaciones de AINIA para poner en común los trabajos realizados y establecer los siguientes pasos a realizar.
Envases innovadores y sostenibles para frutas y hortalizas
El prototipo de unidad móvil diseñada por AINIA tiene como finalidad el procesado y envasado de frutas y hortalizas IV gama utilizando sistemas de envasado más sostenibles. Para el diseño de los envases se están considerando diferentes estrategias de ecodiseño como el uso de materiales reciclados, la reciclabilidad de los envases o el desarrollo de envases secundarios reutilizables.
Según explica Leonor Pascual, del departamento de tecnologías del envase de AINIA, “a partir del análisis previo de la calidad, la selección de frutas y hortalizas y un envasado adecuado, se garantizará su vida útil y la calidad física y nutricional superior, con lo que también contribuiremos a una alimentación más saludable”.
Estos contenedores de transformación de alimentos incorporan tecnologías innovadoras de procesado suave como campos eléctricos pulsados (PEF) y ultrasonidos, entre otras. “Por tanto, la calidad de los productos procesados mejora y se minimiza el uso de recursos, porque estas tecnologías son más sostenibles”, ha añadido Leonor Pascual.
Soluciones sostenibles para pequeños agricultores de la UE
Hay muchas frutas y hortalizas especialmente perecederas. Para poder minimizar la pérdida y el desperdicio es fundamental un adecuado tratamiento y manipulación durante toda la cadena de suministro.
AINIA (Valencia, España) lidera el “Food Circle 3” en el que, junto con el Centre technique agroalimentaire-CTCPA (Francia), la empresa Linpac, el centro alemán KOB y la pyme valenciana Terra i Xufa, están colaborando en el diseño del contenedor móvil para el procesado y envasado de frutas y hortalizas IV gama.
“En el caso de las frutas y hortalizas de IV gama, al ser productos especialmente perecederos, definir un sistema de envasado adecuado permite alargar su vida útil y disponer de un producto cómodo de consumir, fomentando así el consumo de frutas y hortalizas frescas”, ha indicado Leonor Pascual.
Se está trabajando en la investigación y demostración de las tecnologías en cuatro regiones modelo europeas y otras regiones asociadas donde se da un importante cultivo de frutas y hortalizas (con producción convencional y producción orgánica). En cada “círculo de alimentos” (con una tecnología y región específicas) también se está trabajando “en la manera de explotar nuevos negocios potenciales y diseñar estrategias para involucrar a los agricultores y consumidores locales en los procesos de desarrollo de productos”, ha explicado Leonor Pascual.
2021 ha sido designado por la FAO como Año internacional de las frutas y verduras con el objetivo de promover su consumo, reducir el impacto medioambiental y fomentar estilos de vida más saludables.