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Better Process Control School es una formación de carácter obligatorio para aquellos sectores que exportan a Estados Unidos productos acidificados o de baja acidez como las conservas vegetales y de pescado, platos preparados, alimentos infantiles y bebidas.
Alcanzar un mayor volumen exportado sigue siendo uno de los retos principales para que la industria alimentaria mejore su competitividad. La COVID-19 también ha puesto de relieve este objetivo, ya que el mercado nacional se ha visto fuertemente afectado por la situación del turismo y del cierre del canal Horeca. Este escenario hace que el sector esté apostando más que nunca por la internacionalización para lograr un crecimiento sostenible.
Estados Unidos se posiciona como uno de los países más atractivos para la exportación a nivel estratégico. Es el primer mercado fuera de la UE y ha experimentado un crecimiento importante los últimos años, pero también es un mercado exigente. Cumplir la normativa específica para cada producto y los estrictos estándares que marca la FDA (Food and Drug Administration) —que además están en constante evolución—, son requisitos innegociables para poder exportar alimentos y bebidas al país. Esta es la razón por la cual la formación relacionada con la exportación a USA centra las demandas formativas del sector.
CNTA, como entidad reconocida por la FDA, está autorizada para organizar e impartir, con personal propio, el BPCS o Better Process Control School, una formación de carácter obligatorio para aquellos sectores que exportan a Estados Unidos productos acidificados o de baja acidez, es decir, que están afectados por las partes 113 y 114 del título 21 del Código de Regulaciones Federales. Concretamente, productos como las conservas vegetales y de pescado, platos preparados, alimentos infantiles y bebidas. CNTA ha formado a cerca de 200 alumnos desde que se lanzara la primera edición de esta formación en 2013. “La pandemia ha hecho que tengamos que buscar nuevas fórmulas para que los alumnos puedan seguir recibiendo una formación de alta calidad, pero que también se adapte a las circunstancias actuales de cada empresa”, explica Amaia Ortega, del área de formación en CNTA. Ese ha sido el motivo por el cual el centro tecnológico ha sido pionero en España en lanzar el curso BPCS en formato aula espejo, un modelo híbrido que combina una parte de alumnos en clase presencial con la retransmisión en directo para seguir la sesión desde la propia empresa: “la legislación obliga a que las empresas tengan en plantilla al menos un técnico que haya obtenido la titulación del curso BPCS oficial para que supervise los procesos de fabricación, por eso necesariamente debemos dar a las empresas la oportunidad de cubrir sus necesidades formativas”.
Como era de esperar, la primera edición del curso ha eliminado las barreras geográficas, recibiendo alumnos procedentes de toda España: “cuando me dijeron que existía la posibilidad de seguirlo virtualmente me cambió el mundo, porque sino ahora mismo, en la situación que estamos, no me hubiera podido apuntar”, explica Irene Lluelles, Operations & Truffle Quality Technician en Laumont, una empresa ubicada en Tárrega (Lérida) que se dedica a la venta de trufa en fresco, congelada y en conserva. “Hay días que tengo que estar físicamente en la empresa para realizar funciones como la supervisión de la expedición o de diferentes controles de producto, y si tienes que ausentarte dos semanas es muy complicado organizar toda esa logística”.
Los alumnos de esta nueva edición de BPCS coinciden en que la principal innovación de la formación en aula espejo es la flexibilidad: “no es una opción u otra (presencial o virtual), tú eliges. Puedes seguirlo virtualmente para tu mayor comodidad, pero si un día quieres asistir a la sesión práctica en la planta piloto para verlo in situ, lo puedes hacer”, apunta Marina Mangas, Responsable de Calidad y Seguridad Alimentaria en Olea Nostra, S.A., empresa productora de aceituna en Talayuela (Cáceres).
El BPCS en aula espejo se ha estrenado con 32 horas de formación repartidas entre sesiones virtuales y presenciales simultáneas: “Formarse en BPCS es útil para diferentes puestos dentro de la empresa, pero no podemos faltar todos durante dos semanas. El hecho de que uno lo pueda estar siguiendo de forma online y otro presencial hace más fácil solventar el día a día en la empresa”, añade Marina.
La pandemia ha acelerado la transformación digital y ha impulsado nuevos entornos digitales que están revolucionando el sector formativo. En este contexto, el modelo aula espejo emerge como una solución flexible capaz de adaptarse a las necesidades y características propias de cada empresa y alumno en el actual escenario, motivo por el cual CNTA tiene previsto realizar nuevas sesiones de BPCS en este formato.
Más información sobre próximas ediciones de BPCS en aula espejo: formación@cnta.es