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El sector lácteo adquirió en 2018 un compromiso de reducción del azúcar añadido con las autoridades sanitarias españolas.
Puleva, con más de 60 años en el país y una de las marcas de alimentación preferidas por los españoles [1], lidera la reducción de azúcar añadido del sector lácteo en España. El 85% de los productos de la compañía no lleva azúcar añadido y, en el 16% que sí lo contiene, se ha conseguido una disminución global del 45%, tres veces más del compromiso adquirido por el conjunto del sector con las autoridades sanitarias. De este modo, los productos de la marca de consumo frecuente que aún lo contienen aportan por ración un escaso 5% de la cantidad diaria recomendada como máximo por la Organización Mundial de la Salud.
En 2018, FENIL (Federación Nacional de Industrias Lácteas) y AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) alcanzaron un acuerdo por el que los fabricantes de lácteos se comprometían a reducir, en 2020, un 10% de la presencia de azúcares añadidos en los productos lácteos de consumo habitual y un 5% en los de consumo ocasional. Durante los últimos años, la reducción del consumo de azúcar añadido ha sido uno de los temas más recurrentes en la agenda de las autoridades sanitarias españolas, todo ello enmarcado en una estrategia de promoción de hábitos de vida saludables, principalmente dieta y ejercicio físico.
Dos años antes de la firma del citado acuerdo, Puleva fue una de las primeras compañías en empezar a reducir la presencia de este compuesto. Así, referencias de gran aceptación que contenían azúcar añadido, como Puleva Peques, se han reformulado y actualmente ya no contienen azúcar añadido.
Históricamente, la marca se ha caracterizado por su compromiso con la adaptación de sus productos a las necesidades nutricionales de diferentes grupos de población. Ejemplo de ello son las categorías de producto como las leches con Omega 3, con Calcio o las leches infantiles como Peques o Max, con ácidos grasos esenciales o hierros.
Sólo el 10% del azúcar añadido en la dieta procede de lácteos
El 87,57% del aporte de azúcar añadido en la dieta de la población española (9-75 años) procede de grupos de alimentos como los refrescos con azúcar, azúcar, bollería y pastelería, chocolate, mermeladas, zumos y néctares y cereales de desayuno y barritas de cereales2. El 12,43% del azúcar añadido restante en la dieta procede de lácteos [2].
Los productos lácteos han sido señalados de forma injustificada y excesiva, entre otras razones por su contenido en lactosa, un azúcar que está presente de manera natural en la leche, al igual que la fructosa en la fruta. La lactosa -que desempeña un rol relevante en el desarrollo cerebral, especialmente en la etapa infantil- está excluida de las limitaciones de consumo por parte de la OMS y otras autoridades sanitarias, al no considerarse un azúcar libre. Sin embargo, la normativa europea vigente de información nutricional al consumidor (INCO) no permite separar cuánto del azúcar declarado es lactosa y cuánto azúcar añadido, por lo que en el etiquetado aparece la suma de ambos, lo que contribuye a una mayor confusión.
Los productos lácteos tienen una riqueza nutricional muy elevada, gracias a su contenido en nutrientes y micronutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, como calcio, vitamina D, proteínas, fósforo, etc. que deben considerarse siempre al evaluar la calidad nutricional de un producto2. De ahí que formen parte de un patrón de alimentación saludable y que se recomiende el consumo diario de 3 raciones al día.
Notas:
[1] Informe Brand Footprint de Kantar (2019).
2 Estudio Ingesta dietética de azúcares (añadidos e intrínsecos) y fuentes alimentarias en la población española: resultados del estudio científico ANIBES