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Pere Navarro, delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca, advierte que habrá puestos de trabajo que desaparecerán con el nuevo paradigma digital y global, por lo que apuesta por una economía innovadora en la que las zonas francas promuevan y desarrollen las profesiones emergentes.
Este jueves 27 de junio ha tenido lugar la inauguración oficial del 5º Congreso Mundial de las Zonas Francas, que ha contado con la participación de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, del vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, del delegado especial del Estado del Consorci de la Zona Franca de Barcelona, Pere Navarro, del teniente de Alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, y del presidente de la World Free Zones Organization (WFZO), Dr. Mohammed Alzarooni. Este evento, que se celebra en el Palau de Congressos de Fira de Barcelona hasta mañana, está organizado por la WFZO y reúne a centenares de profesionales de las principales zonas francas mundiales. Bajo el lema “Free Zone 4.0 Meets Economy 4.0”, el congreso desarrolla seis ámbitos de debate: logística 4.0, e-commerce 4.0, e-learning 4.0, data 4.0, transparencia 4.0 y economía 4.0.
En su discurso inaugural, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha destacado que en un mundo digital y global cada vez más complejo es necesario modernizar los procesos productivos para adaptarse a la irrupción de la economía 4.0 y apostar por la innovación y el desarrollo de productos y servicios de alto valor añadido. Así, según ha defendido, se debe hacer frente a los cambios en los procesos industriales, preservar la sostenibilidad del planeta y reorientar los programas educativos para disponer de personal cualificado, entre otras medidas. En palabras de la ministra Montero, nos enfrentamos al reto de “diseñar este futuro inmediato con unas bases sólidas” asumiendo que “los cambios son acelerados y no hay tiempo de asimilarlos”. En este sentido, ha recordado que la OCDE señala que el 32% de los empleos sufrirán cambios radicales por las nuevas tecnologías y que el 14% están en riesgo de automatización. Pese a ello, la ministra Montero considera que “la robotización no es un enemigo”, aunque cabe buscar alternativas dignas que garanticen los derechos de los trabajadores industriales.
En el caso del sector de las zonas francas, la ministra Montero ha puesto de ejemplo a Barcelona como “epicentro del comercio internacional” y “punto de encuentro entre continentes”. Según ha resaltado, el Consorci de la Zona Franca es un “referente por su apuesta por la innovación en una área tradicional”, ya que desarrolla servicios avanzados más allá de ofrecer una fiscalidad beneficiosa para atraer empresas.
En una línea parecida, Pere Navarro, delegado especial del Estado del Consorci de la Zona Franca de Barcelona, ha manifestado que desde las zonas francas “deben explorarse nuevas formas de economía” que repercutan en el territorio y sean creadoras de riqueza y empleo. Así, ha destacado que la Zona Franca de Barcelona es “una fábrica de oportunidades económicas y una fábrica de creación de ideas”, donde se ha impulsado “la primera incubadora de Europa de impresoras 3D”, que, según ha explicado, abre posibilidades en el ámbito del diseño y permite desarrollar prótesis médicas o instrumentos musicales. Por último, el delegado especial del Estado en el Consorci ha considerado que las zonas francas deben ser sostenibles económicamente, fomentar el desarrollo social de la región en la que se implantan e integrarse urbanamente para ser “más humanas, verdes y civilizadas”.