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La seguridad alimentaria 4.0 requiere de la digitalización de las fábricas y procesos productivos que integren datos en tiempo real, para una intervención inmediata ante cualquier alerta.
El control de la calidad y la seguridad alimentaria es cada vez mayor gracias a los avances tecnológicos. Sin embargo, periódicamente aparecen casos que generan desconfianza en los consumidores, como el fraude de la carne de caballo o el del pescado fresco o congelado mal etiquetado. Según el Food Fraud Report de la Unión Europea, en 2016 se produjeron 156 casos de fraude, la mayoría de ellos relacionados con importaciones ilegales, no declaradas o no conformes con la documentación exigida en la UE; así como con etiquetado incorrecto o composición no acorde con la regulación de la Unión Europea.
El sector agroalimentario, a pesar de ofrecer más garantías de seguridad y calidad que nunca, es el gran perjudicado por el fraude alimentario, puesto que afecta a su reputación e influye en la confianza de los consumidores.
En un entorno globalizado como el actual, la demanda de transparencia e información sobre lo que comemos, así como la prevención y el trabajo coordinado de todos los agentes de la cadena alimentaria en la lucha contra el fraude y la seguridad alimentaria, hacen necesario modernizar los sistemas de trazabilidad y los protocolos de actuación tradicionales.
En este sentido, la Iniciativa Mundial de Seguridad Alimentaria (GFSI), un consorcio global impulsado por la industria para promover la seguridad alimentaria, ha establecido recientemente entre las medidas para combatir el fraude, que las empresas certificadas bajo normas de seguridad alimentaria (IFS Food, BRC Global Standard y FSSC22000) deben realizar una evaluación de vulnerabilidad de fraude alimentario y desarrollar un plan de mitigación para controlar cualquier riesgo.
Para profundizar en la prevención, detección y control del fraude en las industrias alimentarias, AINIA ha organizado el Encuentro sobre Fraude Alimentario: Prevención y control, los próximos 24 y 25 de abril en Valencia. Expertos en fraude alimentario abordarán aspectos clave como las principales amenazas a las que están expuestas las empresas alimentarias, la interpretación del marco legal sobre fraude alimentario en España y la UE, el funcionamiento de la Red Europea de Fraude Alimentario y del sistema de asistencia y cooperación administrativa, las sanciones de fraude alimentario, los principales métodos de análisis para detectar situaciones fraudulentas, así como el desarrollo de un plan de control de fraude y los últimos avances tecnológicos para conseguir una trazabilidad más global y automatizada.
Asimismo, se tratarán cuestiones relacionadas con la autenticidad e integridad de los alimentos que consumimos y las implicaciones para la salud pública. Para afrontar todas estas cuestiones participarán especialistas como la coordinadora del área de laboratorios agroalimentarios, laboratorio Arbitral del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), Mª Teresa Martín Tapia, el director general de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana, Vicent Yusá i Pelechà, el analista de inteligencia de la Unidad de Alertas, Trazabilidad y Comités (D.G. SANTÈ) de la Comisión Europea, Javier Ruiz-Santaella Moreno, y Miquel Bonet, Regulatory Affairs Iberian Region Nestlé.
Además, expertos de AINIA en derecho alimentario, asistencia técnica en control de puntos críticos, auditorías de calidad y seguridad alimentaria, así como en sistemas de información de trazabilidad y plataformas digitales de control y prevención de fraudes y riesgos, ofrecerán su visión técnica sobre el fraude alimentario.
El reto de la seguridad alimentaria 4.0
Entre las medidas establecidas por la Comisión Europea para reforzar la lucha contra el fraude, se encuentra el sistema de intercambio de información transnacional, así como la intensificación de los planes de control destinados a identificar posibles fraudes.
Para lograr una seguridad alimentaria 4.0 es necesaria la digitalización total de las fábricas y el intercambio de productos y datos de seguridad alimentaria con la cadena de valor mediante innovadoras tecnologías como las que se presentarán en este encuentro: flujos de trabajo automatizados; datos integrados en tiempo real sobre el control de máquinas y procesos que permitan una intervención inmediata ante cualquier punto de alerta identificado; plataformas cloud computing; tecnología RFID en etiquetas inteligentes capaces de dar información de cualquier elemento del alimento y/o su cadena de valor con enorme precisión y detalle; biosensores y equipos de visión avanzada que pueden detectar cualquier merma de calidad o fallo en la seguridad alimentaria; o lectores de radiofrecuencia interconectados a través de dispositivos móviles y robótica colaborativa, que permiten un control en línea selectivo e inmediato.