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El nuevo Reglamento de Control Oficial exige ahora que todos los resultados analíticos de los laboratorios que realicen controles oficiales estén acreditados
El nuevo Reglamento (CE) nº 2017/625 de control oficial deroga el que ha estado en vigor desde 2004, que ya establecía la exigencia de la acreditación de los laboratorios y que fue pionero en esta exigencia en su momento.
En el nuevo Reglamento, la Comisión Europea, tras 13 años de experiencia, no solo mantiene la acreditación como pieza básica en la seguridad alimentaria en Europa sino que amplía el requisito, exigiendo que todos los resultados analíticos de los laboratorios que realicen controles oficiales deben estar acreditados según la norma UNE-EN ISO/IEC 17025. En España, es la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) quien evalúa la conformidad de los laboratorios con la norma.
Entre las novedades más destacadas, se encuentran la ampliación del Reglamento a toda la cadena agroalimentaria, normas más específicas para abordar el fraude que incluyen la obligación de los Estados miembros de efectuar controles regulares, no programados y en función del riesgo, la aplicación de sanciones económicas proporcionales al beneficio económico o a un porcentaje de la cifra de negocio, o la creación de Centros de Referencia de la Unión Europea que velen por la integridad y autenticidad en toda la cadena alimentaria, entre otros.
Las nuevas exigencias para los laboratorios en materia de acreditación aparecen reflejadas, entre otros, en el artículo 37 que, en su apartado 5, dirige al laboratorio a incluir en la acreditación todos y cada uno de los métodos de análisis necesarios para la realización de los controles que sean requeridos, por ejemplo por parte de los operadores. Esta cláusula aclara de forma más detallada que en el anterior reglamento el alcance de la acreditación, el cual siempre se refiere a los métodos de análisis empleados y no al laboratorio como organización.
ENAC y el sector agroalimentario
La acreditación de ENAC en el ámbito agroalimentario aporta la garantía de que determinados productos y servicios que se ponen en el mercado reúnen unos requisitos de seguridad específicos, así como una serie de características diferenciales de calidad.
Entre los servicios acreditados, la realización de ensayos es clave para establecer y controlar la seguridad y calidad de los productos alimentarios, tanto en el ámbito voluntario de control de la producción, como en el ámbito regulado de control oficial. La realización de ensayos es muy importante en distintos ámbitos como son la seguridad alimentaria o la exportación para la demostración por parte de los fabricantes y del resto de operadores alimentarios del cumplimiento de las especificaciones reglamentarias de la Unión Europea o de terceros países a los que se destinan las mercancías y productos agroalimentarios.
Por su parte, la certificación acreditada de producto aporta al consumidor final la confianza de que un producto cumple con ciertos requisitos de normas nacionales e internacionales. Las entidades de inspección acreditadas verifican el cumplimiento de criterios específicos, tales como el bienestar animal, la adecuación de los procesos de elaboración, etc.