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En España, el Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero, agrava el problema al incrementar el coste de mantenimiento de las instalaciones, fomentar el mercado negro y frenar el reciclaje de los gases.
AEFYT, Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías, agrupación representativa de la industria del frío en España, alerta sobre una muy posible escasez de gases refrigerantes HFCs a partir de 2018, especialmente R-404A y R-507A, que prácticamente desaparecerán.
La asignación de cuotas, expresadas en PCA (Potencial de Calentamiento Global) equivalente, a cada productor o importador derivadas de la aplicación del Reglamento Europeo F-Gas ha provocado un escenario anómalo en cuanto a la disponibilidad de gases refrigerantes en el mercado. Ésta que se ha agravado por la escasez de fluorita, un componente básico en la fabricación de gases fluorados como el R-125 y el R-32, así como en las mezclas que los contienen.
Esta situación se verá agravada en 2018, cuando las cuotas del mercado europeo experimentarán un nuevo recorte del 37% hasta finales de 2020; un recorte al que hay que añadir un 11% de los gases importados, por lo que la reducción total equivaldrá a un 48%. Este hecho marcará un antes y un después en la disponibilidad y precio de los gases refrigerantes.
El gran problema al que se enfrenta la industria del frío viene derivado de que no todos los refrigerantes comercializados en la actualidad disponen de un sustituto directo de menor PCA. Además, los usos y aplicaciones de algunas de las nuevas alternativas del grupo L2 (ligeramente inflamables) están restringidos a la espera de la aprobación y publicación de un nuevo reglamento de seguridad que modifique su tratamiento. Tanto AEFYT como otras asociaciones europeas llevan tiempo advirtiendo de que, a pesar de los esfuerzos de la industria, el estado del arte de la tecnología no está en disposición de cumplir los requerimientos legislativos y se enfrenta a un posible desabastecimiento.
Ante esta situación, AEFYT ha aconsejado a sus asociados se pongan en contacto con sus proveedores de refrigerantes para analizar la disponibilidad para 2018 de los diferentes refrigerantes necesarios tanto para equipos nuevos como para el mantenimiento de los ya existentes.
Desajuste entre la oferta y la demanda: el efecto del IGFEI
La escasez de producto está provocando un desajuste entre la oferta y la demanda que encarece día a día el precio de los refrigerantes. En España, el coste añadido del Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero (IGFEI) acarrea un aumento sensible del coste de explotación de las instalaciones frigoríficas. Con efectos indeseables económica y medioambientalmente como es un incremento del mercado negro, alimentado por la importación fraudulenta a través de aduanas y de Internet.
Además, AEFYT está detectando un aumento de irregularidades legales y técnicas como la reutilización incontrolada e inadecuada de refrigerantes procedentes de instalaciones desguazadas y una casi nula destrucción, reciclado o regeneración de refrigerantes. Esto deriva en un descenso de la eficiencia energética de las instalaciones con el consiguiente incremento de emisiones de CO2 de origen indirecto y posibles problemas de seguridad.
Para paliar los efectos de estas prácticas, AEFYT ha propuesto a la Subdirección General de Coordinación de Acciones Frente al Cambio Climático situar el IGFEI al nivel de 10€ por tonelada de CO2 equivalente y la reducción al 50% del tipo impositivo actual para refrigerantes recuperados.
“La situación, que ya es grave en estos momentos, se convertirá en crítica próximamente. El incremento del coste de operaciones y al escasez de refrigerantes afecta a sectores económicos claves como la hostelería y la industria y la distribución alimentaria, entre otros”, dijo Roberto Solsona, presidente de AEFYT.