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Los productos de base natural cuentan con importantes ventajas: un fuerte carácter limpiador, atacan al biofilm a través de sus componentes, inhiben el Quorum Sensing, tienen activos protegidos.
La presencia de biofilms es uno de los principales problemas en las industrias alimentarias debido a su enorme impacto en diversos aspectos de la vida humana, como por ejemplo, un elevado riesgo para la salud, el considerable incremento de problemas de contaminación cruzada y contaminaciones posteriores al procesado. En este sentido, más allá de las soluciones enzimáticas y químicas que existen en el mercado, Cleanity ha querido dar un paso más allá y lanzar al mercado una nueva gama de soluciones con base de extractos naturales que ha demostrado tener una elevada eficacia en la eliminación de estas bacterias.
“Contar con la existencia de biofilms en las industrias genera, además, importantes pérdidas económicas: causan daños en los equipos, elevan el consumo energético, reducen rendimientos de equipos y pérdidas de producto, y generan corrosión debido a las bacterias”, explica Mariam Burdeos, directora de Cleanity.
Como respuesta a una necesidad cada vez más acuciante, Cleanity ha presentado una nueva gama de productos enzimáticos altamente eficaz en la eliminación de biofilms microbianos partiendo de una función desengrasante ya sea un desengrasante de superficies y/o un desengrasante de circuitos tipo CIP, que además sea más sostenible y que contenga activos para la prevención de la aparición de malos olores. Según los tests de eficacia, Cleanity BIO y su apuesta por los extractos naturales han resultado ser más eficaces y a la vez preventivas que los actuales eliminadores.
Tal como demuestra Cleanity BIO, el principio común de esta formulación se basa en una combinación de enzimas que ataque a la matriz de EPS, proteínas y suciedades que pueden encontrarse rodeando el biofilm, una selección de extractos naturales que actúen sobre el Quorum Sensing en las bacterias y que cuente con un sistema secuestrante que lo hagan apto para todo tipo de aguas.
Los productos de base natural cuentan con importantes ventajas: un fuerte carácter limpiador, atacan al biofilm a través de sus componentes, inhiben el Quorum Sensing, tienen activos protegidos, reduce el consumo de agua en la operación y reduce la cantidad de biocida necesario.
Hasta ahora, las soluciones eliminadoras pasaban por dos tecnologías principales. Por un lado, se encuentran las enzimáticas, que aunque cuentan entre sus ventajas con una capacidad selectiva contra los elementos del biofilm y tiene menor peligrosidad en la manipulación, tiene también importantes carencias en su nivel de eficacia por no actuar sobre el Quorum Sensing (que permite la comunicación entre microorganismos) y por no contar con sistemas de protección de activos , tener bajos niveles de detergencia y de higienización, e incluir activos exclusivamente desinfectantes, limitando su eficacia a esta capacidad.
Por otro, se encuentra la tecnología con base química, que destaca por su bajo coste operativo, es eficaz en la eliminación y frente a otros tipos de suciedades y tiene efecto higienizante.
Según Mariam Burdeos, “gracias a la inclusión de extractos naturales en los desengrasantes o limpiadores, estamos abriendo una nueva vía para desarrollar y fabricar una nueva gama de productos que presentará los activos más eficaces para el control y la eliminación de biofilms, al tiempo que estamos dando respuesta a uno de los principales problemas de los sectores alimentario y cosmético, proporcionando limpiezas más sostenibles y una menor generación de residuos”.