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El nuevo diseño da mayor visibilidad a los datos sobre el producto para minimizar el posible mal uso del lubricante y facilitar su identificación y evaluación por parte de inspectores
Rocol Lubricants, uno de los principales fabricantes y proveedores de lubricantes de grado alimenticio para los sectores de alimentación, bebidas y cosmética, ha rediseñado el exterior y el etiquetado de los envases de su gama de lubricantes Foodlube. La finalidad es simplificar los procesos de gestion de la lubricación en las plantas de producción y hacer más fácil su correcta identificación durante su aplicación y durante auditorías externas.
Hoy en día, las auditorías de seguridad examinan todos y cada uno de los procesos de producción y ya no es suficiente especificar simplemente el uso de lubricantes de grado alimenticio. El nuevo diseño de los envases Foodlube está concebido para dar una mayor visibilidad a importantes datos de seguridad sobre el producto, incluyendo la fecha de fabricación, la categoría NSF y el número de registro además de un icono identificando claramente la certificación ISO21469 de Rocol y un número de referencia único para una mejor gestión de lubricación.
Los envases también cuentan ahora con un icono de aplicación distintivo y una descripción del producto para garantizar que los técnicos de mantenimiento pueden determinar de un vistazo la idoneidad del producto para el proceso de producción.
Los cambios en el diseño de los envases Foodlube forman parte de la estrategia de Rocol en el sentido de dar soporte a sus clientes y ayudarles a dar mayor estructura a sus regímenes de lubricación de una manera que minimiza el mal uso del lubricante, reduce el riesgo de contaminación del producto final y facilita la correcta identificación y evaluación de los lubricantes usados por parte de los inspectores externos.