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Bodegas Gil Berzal y Bodega Señorío de Astobiza son las primeras pymes del sector vitivinícola mundial en obtener el prestigioso distintivo ecológico del programa International EPD System.
Las bodegas vascas Bodegas Gil Berzal y Señorío de Astobiza han elaborado una Declaración Ambiental de Producto (siglas en inglés, EPD) según el prestigioso programa sueco International EPD System, en el marco de una iniciativa pionera en España y Europa. Se trata de las dos primeras bodegas del Estado en obtener este reconocimiento, y hasta el momento solamente una bodega italiana contaba con este distintivo ecológico. Cabe destacar, que a diferencia de la bodega italiana, Gil Berzal y Astobiza se caracterizan por ser bodegas pequeñas, lo que las convierte en las únicas PYMEs del sector vitivinícola mundial en obtener esta diferenciación.
Esta iniciativa se enmarca dentro de un proyecto financiado por el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad el Gobierno Vasco, más concretamente dentro del programa Berriker del 2013. A través de esta iniciativa, las bodegas participantes han hecho públicas sus respectivas EPDs (Declaración Ambiental de Producto) (Txakoli de Astobiz y Rioja crianza de Gil Berzal), o lo que es lo mismo, un documento verificado y registrado que va más allá del cálculo de Huella de Carbono, comunicando información transparente y comparable, sobre el impacto ambiental del ciclo de vida de los productos. Esta Declaración Ambiental se encuentra totalmente alineada con la Huella Ambiental Europea, que actualmente está en fase piloto y que tiene como objetivo normalizar en toda la UE la manera de demostrar que un producto tiene un mejor comportamiento ambiental, tratando de poner orden en la dispersión de iniciativas, organismos y etiquetas que en este momento confunden a los consumidores.
Para obtener la EPD, Neiker-Tecnalia (Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario), Sociedad Pública sin ánimo de lucro dependiente de la Viceconsejería de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco y la consultora experta en ecodiseño IK ingeniería, han analizado las fases del ciclo de vida de los vinos seleccionados teniendo en cuenta el enfoque “cradle to grave” (de la cuna a la tumba).
Esto engloba cuatro fases principales: la fase agrícola o de campo (labores de campo, consumo de productos agroquímicos etc.); la fase de bodega o elaboración (consumo de energía, productos enológicos, materiales de embalaje etc.), la fase de distribución (transporte de las botellas) y la fase de consumo y fin de vida del producto (gestión de residuos).
Posteriormente, se han calculado todos los indicadores ambientales requeridos siguiendo las indicaciones específicas del programa, a través del documento PCR 2010:2 Wine or fresh grapes, except sparkling wine; grape must. Por último, los cálculos y la EPD se han validado por una entidad independiente, Tecnalia Certificación.