La transformación que viene

Quizás no hemos sido demasiado conscientes, pero la industria alimentaria se está transformando delante de nuestros ojos. Y está siendo para bien, sobre todo, de los consumidores. Las nuevas tecnologías de fabricación, englobadas en lo que se ha llamado Industria 4.0, ya empiezan a implantarse en un sector que sigue siendo el primero de España en varios índices: número de empresas, aportación al PIB, número de empleos y otras categorías.
La transformación digital, que ha sido aprobada y probada con éxito en sectores punteros como los de automoción y aeronáutico, empieza a llegar a otras industrias de peso en el país. Es el caso de la referida a la alimentación y bebidas. Se vio, por ejemplo, en la última edición del salón MetalMadrid, feria industrial celebrada en Ifema los días 27 y 28 de septiembre. En el apartado de conferencias, hubo una sesión dedicada al agroalimentario, en el que varias compañías como Bodegas Familiares Matarromera, Calvo, Cervezas La Salve y PigChamp explicaron cómo han implementado las nuevas tecnologías en sus procesos de producción. Les acompañaba Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB, entidad que está muy interesada en que sus asociados se acomoden a los nuevos tiempos. En este número, tenemos un par de ejemplos sobre la digitalización en el sector y sobre el etiquetado limpio.
Además del apartado tecnológico, también se está dando una transformación en el aspecto que más incumbe a los consumidores. Las empresas abogan por una mayor claridad y se dejan de utilizar ingredientes que no están bien vistos por los compradores. Un caso reciente es el del aceite de palma, que está desapareciendo prácticamente de los lineales de los supermercados.
También está llegando una revolución en el consumo, con la aparición de alimentos más naturales, alimentos funcionales, superalimentos y alimentos libres de alérgenos, de los cuáles, los más indeseados son el gluten y la lactosa, que, en un afán por mejorar su dieta, son eliminados hasta por aquellos consumidores que no tienen intolerancia a ninguno de los dos.
Es indudable que los cambios están llegando al sector. Cada vez más veremos fábricas con robots colaborativos integrados, el uso de análisis de datos para determinar qué alimentos son mejores para nuestro organismo, la medición en tiempo real de la calidad de los productos que se fabrican, etiquetas limpias y otras tecnologías que cambiarán nuestra manera de consumir comida.
Por supuesto, no podemos olvidar que estos avances traerán consigo mayor calidad y seguridad alimentaria.