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Artículo escrito por José María Ferrer Villar, Jefe del Departamento de Derecho Alimentario de AINIA.
La química y la actividad agroalimentaria están unidas de forma indisoluble, por ello consideramos de interés para el sector la Resolución del Parlamento Europeo, de 10 de julio de 2020, sobre la estrategia en el ámbito de las sustancias químicas con vistas a la sostenibilidad.
Actividad agroalimentaria y química están unidas, el mejor ejemplo lo tenemos al revisar las disposiciones legales que se han valorado para desarrollar esta resolución, en el caso del sector agroalimentario se han tomado en consideración:
Además de valorar también la Comunicación de la Comisión, de 20 de mayo de 2020, titulada "Estrategia ‘de la granja a la mesa’ para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente".
Contando con los antecedentes citados en el documento del Parlamento Europeo destacan varios aspectos, entre éstos tiene un papel muy relevante la legislación puesto que es una de las herramientas fundamentales para alcanzar la sostenibilidad en el ámbito de la química, tal y como se indica en reiteradas ocasiones en la resolución. Hay que tener en cuenta que la legislación sobre las sustancias químicas puede aportar beneficios económicos, tal y como se indica desde Naciones Unidas en el documento “Perspectivas de los productos químicos a nivel mundial II: resumen para los responsables políticos”.
Para que la legislación desempeñe un papel adecuado es necesario resolver las lagunas detectadas en la legislación de la UE sobre sustancias químicas, estamos ante algunos vacíos legales, solapamientos y cierta confusión entre las distintas disposiciones legales que en mayor o menor medida inciden en el ámbito de la química.
La sostenibilidad mediante la legislación pasa por lograr coherencia y sinergias entre la legislación sobre sustancias químicas (por ejemplo, REACH, CLP, COP, legislación sobre mercurio, productos fitosanitarios, biocidas, límites máximos de residuos (LMR), legislación sobre seguridad y salud en el trabajo (OSH)) y la legislación conexa de la Unión, incluida la legislación sobre productos concretos (por ejemplo, juguetes, cosméticos, materiales destinados a entrar en contacto con alimentos, productos de la construcción, productos farmacéuticos, envases, Directiva (UE) 2019/904 relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente).
También es necesario desarrollar una metodología para tener en cuenta los efectos combinados de las sustancias químicas, que permita la adaptación de los requisitos legales para abordar estos efectos en la evaluación y la gestión de riesgos en toda la legislación pertinente en materia de sustancias químicas. Para lograr este objetivo debe darse una cooperación entre la ECHA, la EFSA, los Estados miembros y las partes interesadas.
Ante la gran cantidad de información que se maneja en este ámbito en la UE, desde la Comisión se plantea que se desarrolle una base de datos de seguridad química de la Unión plenamente conectada e interoperable para facilitar el intercambio sencillo de datos entre autoridades y proporcionar acceso público a los investigadores, los reguladores, la industria y el ciudadano en general;
Materiales en contacto con los alimentos, su legislación ha de revisarse de conformidad con los Reglamentos CLP y REACH para garantizar un enfoque coherente y protector de la seguridad de los materiales y los productos que entran en contacto con productos alimenticios.
Regulación exhaustiva y armonizada de todos los materiales destinados a entrar en contacto con productos alimenticios que debe basarse en el principio de cautela, en el principio de "no hay comercialización sin registro", en evaluaciones de seguridad exhaustivas que aborden todos los parámetros pertinentes en materia de seguridad y de salud basados en los últimos datos científicos para todas las sustancias químicas empleadas en materiales destinados a entrar en contacto con productos alimenticios y en la aplicación eficaz y la mejora de la información a los consumidores.
Supresión progresiva de las sustancias extremadamente preocupantes en los materiales destinados a entrar en contacto con productos alimenticios.
Realizar un inventario que recopile las mejores prácticas del Reglamento sobre materiales destinados a entrar en contacto con alimentos a nivel de los Estados miembros, incluidas las medidas nacionales para abordar la exposición a los alteradores endocrinos y fluorocarburos.
Plasticos biodegradables, hace falta que se aclaren las condiciones y los criterios bajo los cuales el uso de plásticos biodegradables o compostables no resulta nocivo para el medio ambiente y la salud humana.
Productos fitosanitarios, la UE debe tomar medidas para acelerar el desarrollo de productos fitosanitarios de bajo riesgo y que fije para 2030 el objetivo de eliminación progresiva de los plaguicidas de alto riesgo.
Estas son algunas de las ideas que se proponen desde el Parlamento Europeo para alcanzar una mayor sostenibilidad en el sector de los productos químicos de la UE y también mejorar la competitividad y la innovación de la industria europea. Por el momento se trata de iniciativas que están en una fase de desarrollo y que a lo largo de esta década verán la luz, en consecuencia, todas las actividades agroalimentarias en las que intervienen los productos químicos están ante una oportunidad para innovar y caminar por la vía de la sostenibilidad.