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Un artículo de Fernando Fandiño, Director de Desarrollo de Negocio de Mobile Industrial Robots Sur de Europa.
La combinación de robótica, automatización y todas las últimas tecnologías están rediseñando nuevos modelos de negocio industriales en el sector de la alimentación, cambiando radicalmente los patrones y los flujos de trabajo. En medio de todo esto, se inserta un nuevo componente que promete actuar como un pegamento, con el objetivo de implementar y optimizar los procesos de operación: la inteligencia artificial (IA).
La IA está teniendo un fuerte impacto en el ámbito tecnológico a finales de la actual década, y desde hace algún tiempo viene apareciendo en muchas áreas además de la automatización y la robótica. Podemos enumerar sus múltiples usos en el campo de la automoción, de hecho con el desarrollo de los coches autopropulsados es necesario que haya algo más que pueda evaluar y decidir mejor de lo que se puede hacer con un software, aunque sofisticado.
También en el campo de la seguridad, la IA traza nuevos caminos que encuentran un amplio uso: ¿cuántos sistemas anti-intrusión o contra incendios están regidos por un sistema que ve, piensa, evalúa y actúa de forma autónoma? Incluso se utiliza ampliamente en el universo financiero para el análisis de los flujos de dinero, el estudio de los patrones de comportamiento del cliente, las previsiones y el asesoramiento en tiempo real a través de los asesores de robots, por citar sólo algunos.
Con la Inteligencia Artificial, el robot colaborativo o “cobot” observa y aprende de los gestos humanos, creando un archivo de procesos aprendidos: el aprendizaje automático. De este modo, los robots trabajan junto con sus colegas humanos para crear entornos de trabajo altamente productivos mediante la automatización de la producción o incluso de la manipulación de materiales.
No hay necesidad de preocuparse por la IA, el hombre siempre estará en el centro de todo. Como todas las innovaciones tecnológicas, la AI también despierta cierta desconfianza y preocupación por todos sus posibles usos futuros, especialmente en el campo del trabajo, donde prevalece el pensamiento de que la AI -como los robots- puede acabar con el trabajo del hombre. En el caso específico de la logística del sector alimentario, la IA representa una sola pieza de un mosaico mucho mayor, ya que la robótica y la automatización a traves del uso de la Inteligencia Artificial sustituirá a la figura humana en sus tareas más básicas, pero al mismo tiempo permitirá a los trabajadores realizar tareas de mayor valor.
En Mobile Industrial Robots, hemos combinado control de movimiento, robótica e inteligencia artificial para crear um instrumento logístico que busca la seguridad, la fiabilidad y la autonomía total. Nuestros robots móviles autónomos son capaces de levantar y transportar diferentes tipos de cargas, liberando al personal de tareas de transporte pesadas, monótonas y repetitivas. Sin embargo, el robot por sí solo ya no puede ser suficiente, aunque disponga del software más sofisticado, nunca será capaz de reaccionar correctamente ante las situaciones percibidas, aunque -previsiblemente- siempre lo hará de la misma forma.
En entornos complejos y altamente dinámicos, como aquellos en los que coexisten vehículos guiados automáticamente que no pueden desviarse de su trayectoria fija o carretillas elevadoras accionadas por personal, la maniobrabilidad del robot puede verse limitada. Los mecanismos de seguridad de estos vehículos se limitan generalmente a las paradas forzadas cuando se encuentran con obstáculos, lo mismo puede ocurrir con los robots móviles autónomos.
Con la introducción de la Inteligencia Artificial en la programación de los robots móviles autónomos, cada dispositivo puede tener muchas más reacciones generadas por la posibilidad de evaluar la situación de vez en cuando. Por ejemplo, en una trayectoria de movimiento determinada, en un plazo de 8 horas, el robot puede encontrarse frente a muchas variables: intersecciones con otros dispositivos, material presente temporalmente en la trayectoria, personas en movimiento, etc. Normalmente el robot se ve obligado a intentar sortear el obstáculo o detenerse o retroceder y esperar la condición favorable, en cambio el robot equipado con Inteligencia Artificial puede, en tiempo real, decidir en función de la situación si desviarse de la trayectoria, recalcularla por completo o esperar brevemente y luego reanudar el movimiento.
El “tercer ojo”
Gracias a las funcionalidades de Inteligencia Artifical incorporadas en el software, en Mobile Industrial Robots hemos desarrollado un sistema que utiliza no sólo sensores, cámaras y escáners láser presentes en los robots, sino también cámaras fijas situadas en puntos estratégicos. Las cámaras fijas MiR AI Camera que interactúan con el robot móvil autónomo actúan como un “tercer ojo” y son capaces de comunicar todas las variables de la trayectoria desde una perspectiva fija, proporcionando al robot de antemano los datos necesarios para predecir obstáculos y decidir cualquier tipo de maniobra diferente a las rutinarias. Cualquier intersección con un punto ciego, aproximación de personas u otras situaciones puede ser superada sin problemas, maximizando el nivel de seguridad y optimizando la planificación de la ruta.
Si hablamos de cámaras, no podemos dejar de pensar en el GDPR y en las normas de privacidad en términos de imágenes y vídeos. Las cámaras MiR cumplen con todas las normas de privacidad, ya que no hay secuencias de vídeo reales ni captura de imágenes. Las imágenes se procesan en formas, tamaños y colores, luego se clasifican en categorías específicas, como objetos fijos o en movimiento, y se utilizan para las decisiones que el robot tendrá que tomar para continuar el viaje. Los datos de vídeo adquiridos nunca violarán las normas de privacidad, ya que para el ojo humano representan una información imposible de utilizar para un hipotético reconocimiento.
Los robots móviles autónomos que incorporan capacidades de IA ayudarán a transformar los lugares de trabajo en entornos dinámicos y basados en datos. Los escaneos de ruta y las variables adquiridas a través de sensores de robot individuales o desde sensores por control remoto se compartirán en tiempo real entre los robots de la flota. Gracias a este modelo que permite compartir datos, cada robot tiene acceso esencialmente a los sensores de cualquier otro robot o cámara fija que le ofrecerá una visión mucho más detallada del entorno. Este proceso permitirá a la flota de robots tomar decisiones de ruta o conocer cualquier obstáculo que permita una planificación de ruta más eficiente.
La innovación: el futuro de la humanidad
En el proceso de modernización de la industria, experimentamos las mismas emociones y preocupaciones que han caracterizado todos los profundos cambios que tuvieron lugar a principios del siglo pasado. A veces los mismos pensamientos escépticos y pesimistas hacia las primeras aplicaciones de automatización son ahora como ayer parte de este largo camino.
Es cierto que algunas tareas desaparecerán, pero hay que pensar que otras, hasta ahora difíciles de imaginar, nacerán. La automatización y la tecnología de hoy en día son muy diferentes de las del pasado, la adopción dirigida será capaz de ofrecer muchas ventajas y generar valor para la empresa alimenticia. Tendremos lugares de trabajo más seguros y probablemente más habitables porque la robótica y la automatización llevarán a cabo las tareas más pesadas, a veces peligrosas y menos rentables. Un entorno de trabajo agradable y seguro, combinado con una mayor productividad gracias a la robótica, es un factor fundamental que puede marcar una verdadera diferencia para una empresa. Los recursos del empleado humano pueden dedicarse a tareas más gratificantes o cuando se necesita exclusivamente gestión y evaluación humana. Recordemos que el “factor humano” difícilmente será reemplazado por la Inteligencia Artificial, el hombre siempre estará en el centro y tendrá que llevar a cabo el diseño y la gestión de máquinas cada vez más “pensantes”.