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Artículo escrito por José María Ferrer Villar, Jefe del Departamento de Derecho Alimentario de Ainia centro tecnológico.
Todos somos conscientes de lo complejo que es abordar el fraude alimentario, dado que los aspectos que tenemos que analizar son múltiples, desde el control de materias primas hasta los procesos que se emplean para elaborar el producto final. La problemática del fraude alimentario afecta a toda la industria, tanto a aquellos operadores que incurren en este tipo de delitos, como al resto de empresas que respetan escrupulosamente las reglas del juego pero sufren el impacto negativo generado por este tipo de malas prácticas.
La única garantía para controlar el fraude es la anticipación, sólo de esta forma tendremos la capacidad de actuar y de minimizar los impactos negativos que pudieran llegarnos. Para ello hay que dotarse de instrumentos y no basta sólo con seguir los datos del RASFF u otras fuentes de información de similares características.
Análisis de escenarios para un enfoque anticipatorio
Nuestra experiencia en la gestión de fraudes alimentarios nos indicar que es necesario que trabajemos con tres escenarios a la vez:
El escenario más complejo es el que nos permitirá afrontar el futuro en materia de fraude alimentario, pero trabajar con un enfoque anticipatorio requiere que contemos con los recursos y metodologías necesarios para incidir en áreas tales como:
Estas son algunas líneas de actuación que nos pueden permitir afrontar de forma proactiva hipotéticos escenarios de fraude alimentario.
No obstante, el diseño de una metodología para la identificación de riesgos emergentes en el ámbito del fraude alimentario es algo complejo que va a requerir de asesoramiento especializado, además de los recursos (financieros y de personal) que debe aportar la industria para poner en marcha este tipo de sistemas anticipatorios.
Así pues, para anticiparnos a una situación de fraude no basta con saber qué es lo que está sucediendo en cada momento y el histórico de acontecimientos conectados con el fraude alimentario. Es necesario que nos dotemos de instrumentos que nos permitan ir varios pasos por delante del fraude alimentario.
La legislación alimentaria de la Unión Europea el Fraude Alimentario
No olvidamos la cuestión lega, ya que en este ámbito la UE no está de brazos cruzados y está legislando para estas prácticas fraudulentas. Es importante que tengamos en mente el Reglamento 625/2017 que define en la nueva regulación sobre controles oficiales y se va aplicar a partir del 14 diciembre de 2019, dado que tiene presente al fraude alimentario a través de diversas actuaciones para luchar con las prácticas fraudulentas y engañosas, en concreto en los artículos 97 y 98 hace hincapié en esta cuestión contemplando la designación de centros de referencia de la Unión Europea para la autenticidad y la integridad de la cadena alimentaria. Aunque como decía no se centra el concepto de “fraude alimentario”.
Los trabajos que está desarrollando la UE se centran en las siguientes áreas:
Considero que estamos ante un tema que es crítico y por lo tanto no es únicamente una cuestión de legislación alimentaria, debemos ir más allá para atajar un problema que afecta a toda la industria alimentaria, tanto al elevadísimo porcentaje que cumple y respeta la regulación en todos los aspectos, como a quienes infringen la normativa y generan un riesgo para los consumidores y para la propia industria alimentaria.
Teniendo en cuenta que el fraude alimentario nos ha acompañado desde tiempos inmemoriales (los egipcios y los romanos ya tenían estas preocupaciones), albergamos la esperanza que con un trabajo sistémico y un enfoque preventivo en el siglo XXI caminemos hacia su erradicación.