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Ricola confía en el buen hacer de Bosch Packaging Technology, cuya maquinaria se utiliza en cada una de las ocho líneas continuas de caramelos duros del fabricante suizo.
Desde hace más de 75 años, los caramelos a base de hierbas de Ricola se fabrican siguiendo la antigua tradición familiar. Aunque la receta ha cambiado muy poco a lo largo de los años, la variedad de productos ha experimentado cambios importantes. Tanto el caramelo original como las numerosas variedades de sabores que han ido surgiendo se basan en la utilización de un ingrediente clave: una combinación de trece hierbas cultivadas de manera natural en las montañas suizas. Para su elaboración en la comuna suiza de Laufen, Ricola confía desde hace más de cuatro décadas en el buen hacer de Bosch Packaging Technology.
Calidad, innovación y sostenibilidad
A pesar de que el sector confitero suizo experimentó un retroceso de las ventas en 2016, Ricola registró una importante tasa de crecimiento del 5,3% respecto al año anterior. Esto se debe en parte a la expansión de la compañía en el extranjero, con una creciente presencia en el mercado en los Estados Unidos, Canadá y Asia. Tampoco hay que olvidar el papel que desempeñan las continuas inversiones que la compañía realiza en su sede suiza. Ricola apuesta por la calidad, la innovación y la sostenibilidad tanto en la elección de los ingredientes como en la tecnología de producción. Desde hace más de cuarenta años, esta empresa familiar confía en Bosch a la hora de seleccionar sus sistemas de procesado y envasado, tanto en el caso de la maquinaria nueva como para actualizar las líneas existentes. Esta colaboración tan duradera ha permitido que surja una simbiosis creativa que sirve de impulso a ambas compañías.
Competencia de la A a la Z
En cada una de las ocho líneas continuas de caramelos duros de Ricola, se emplea maquinaria de Bosch. Para la fabricación de los caramelos a base de hierbas, en primer lugar se cuece, se somete a vacío y se aromatiza la solución azucarada en los equipos de cocción continua BKK 2000. En el equipo de amasado y temperado BTK 2000, la masa azucarada se enfría y, a continuación, se introduce en la línea de moldeo. El sistema Cleaning in Place (CIP) asegura un tratamiento higiénico de los ingredientes. A la hora de elaborar los caramelos rellenos, se utiliza una extrusora BEK 1200. A los caramelos se les da forma y se modelan en las líneas de tipo BPK 240 garantizando una velocidad máxima de 240 metros por minuto. Posteriormente, los caramelos moldeados atraviesan un túnel de enfriamiento BCK 1500, con función de limpieza integrada, y se envasan. Los caramelos a base de hierbas tradicionales de Ricola se introducen después en una máquina envolvedora de doble giro Bosch BVW 1800 y a continuación se envasan con la embolsadora vertical continua SVE 2520 AR, que llena hasta 200 bolsas por minuto. Finalmente, las bolsas se colocan en cajas de cartón realizadas con la formadora de cajas Elematic 3000, que alcanza un rendimiento de 20 cajas por minuto. Como característica especial, la formadora de cajas Elematic usada en Ricola dispone de un sistema de entrada doble con el fin de garantizar el factor de carga más alto posible, evitar tiempos de inactividad y asegurar una alta eficiencia general de la instalación. Los productos de Ricola se venden en diferentes envoltorios y formatos, de modo que la flexibilidad y la rapidez a la hora de cambiar de formato tienen una enorme importancia.
Desarrollo conjunto de soluciones a medida
En colaboración con Ricola, Bosch ha desarrollado a lo largo de los años soluciones que se adaptan de la forma más precisa posible a las condiciones de fabricación, como por ejemplo, el moldeado de los caramelos. En total, Ricola dispone de más de treinta moldes para los caramelos. Con el fin de garantizar su durabilidad, suelen cambiarse cada ocho horas. “Sin embargo, en Ricola vamos a lo seguro y los cambiamos cada seis horas. De esta forma, se protegen los materiales. Dado que el cambio de formato solo dura tres minutos, se trata de una decisión indiscutiblemente rentable”, afirma Thomas Fringeli, jefe de planta de Ricola. Con el objetivo de facilitar el manejo de los moldes y utilizar de forma más efectiva la superficie de la fábrica, Ricola solicitó a Bosch un sistema de almacenamiento para los moldes. “Con más de treinta moldes y los correspondientes carritos de transporte, es fácil que la situación se vuelva caótica y falte espacio en fábrica. Gracias al nuevo sistema de almacenamiento, podemos acceder a los moldes con mayor rapidez y utilizar de forma más eficiente la superficie que antes se destinaba al almacenamiento”, continúa Fringeli. Asimismo, por medio de un contrato de mantenimiento firmado entre Bosch y Ricola, se asegura que las instalaciones sean revisadas por expertos de Bosch una o dos veces al año. “El mantenimiento preventivo de la maquinaria y de los moldes permite a Ricola alcanzar una productividad estable y superior a la media”, destaca Lutz Blessing, responsable de ventas de Bosch, que asesora al fabricante de caramelos suizo desde hace más de doce años.
Solución 4.0 para la industria
Ricola utiliza una solución piloto 4.0 para la gestión de los moldes que se presentó por primera vez en la feria Interpack 2017, y cuyo objetivo es incrementar la eficiencia general de la instalación. La solución consiste en etiquetas RFID conectadas a los cabezales de extrusión, una puerta de enlace IoT y un software de monitorización de estado de Bosch. De este modo, se registra, muestra y almacena el rendimiento diario y general de los moldes. Gracias a la mayor transparencia de los parámetros de producción, Ricola tiene información permanente sobre la productividad que se logra en cada momento y puede planificar de forma más sencilla y directa los servicios de mantenimiento futuros. Además, los operarios de la maquinaria reciben a través de las etiquetas RFID todos los datos necesarios para el cambio de formato. Esto reduce los tiempos requeridos para los cambios y previene cualquier posible error.
La simbiosis, clave para la innovación
Ricola tiene a su disposición un equipo de expertos, tanto para los proyectos de maquinaria nueva como para la prestación de servicios. Este último elemento incluye el desarrollo de productos, pedidos y suministros de repuestos, formación profesional periódica para los operarios de las máquinas y asistencia para consultas generales. “Después de todos estos años, ha surgido una colaboración en la que podemos confiar al cien por cien. Además, beneficia a ambas partes: Ricola nos valora como un socio que responde a cada una de sus necesidades, mientras que para nosotros la colaboración constituye un estímulo diario que nos lleva a seguir creando soluciones nuevas e innovadoras”, destaca Stephan Lemke, gestor de modernización de Bosch. El jefe de planta Fringeli confirma la fructuosa colaboración entre las dos empresas: “Ricola se encuentra en un estado de crecimiento y gracias a la colaboración con Bosch, estamos perfectamente preparados. El aprendizaje de ambos y el tener que repensar planteamientos permanentemente nos permiten mirar al futuro con tranquilidad, sabiendo que haremos frente a los retos que puedan surgir”.