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Nortpalet, especialista en la fabricación de palets de plástico hechos con materiales reciclados, destaca la eficacia y eficiencia de este elemento en los embalajes terciarios.
En un mercado cada vez más competitivo, el packaging es un elemento que cada día adquiere más importancia, y que se está posicionando como una de las mejores herramientas de diferenciación para las marcas que saben hacer un buen uso del mismo. A través del packaging es posible obtener eficiencias que reduzcan los costes operativos, mejorar la manipulación del producto, facilitar la reposición en tiendas, aumentar las ventas, etc.
Pero antes de entrar en detalle, es importante preguntarse: ¿Qué es el packaging? Por definición, el packaging es la ciencia, el arte y la tecnología de inclusión o protección de bienes de consumo para su manipulación, almacenaje, distribución y venta.
Para todos los diseñadores, creativos y publicitarios el packaging tiene como objetivo primario atraer la atención de los clientes y ser la principal ventana de comunicación hacia el consumidor. Sin embargo, desde el punto de vista logístico y operativo, el principal objetivo del packaging es posibilitar una manipulación eficaz y eficiente durante el transporte de grandes cantidades de bienes de consumo a lo largo de toda la cadena de distribución garantizando en todo momento la protección y conservación de los mismos. Por lo tanto, el uso óptimo del packaging se encuentra en el equilibrio entre el marketing y la logística.
El packaging se expresa a través de los envases y embalajes que son desarrollados para acompañar a los diferentes bienes de consumo durante las diferentes etapas de su ciclo de vida. Un envase, es un producto que sirve para contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías en cualquier fase de su proceso productivo, de distribución y/o de venta. Por otra parte, un embalaje es un recipiente o envoltura que contiene o transporta los bienes de consumo de manera temporal principalmente para agrupar unidades de un bien de consumo pensando en su manipulación, transporte y almacenaje a lo largo de la cadena de distribución.
Debido al rápido crecimiento que está experimentando el sector del packaging, la comunidad europea ha establecido una clasificación con el objetivo de diferenciar los diferentes tipos de envase y embalaje:
Envase o Embalaje primario: Todo envase diseñado para constituir en el punto de venta una unidad de venta destinada al consumidor o usuario final1. Es por tanto, la envoltura que protege, sostiene y conserva la mercancía, estando en contacto directo con el bien de consumo.
Embalaje secundario: Todo embalaje diseñado para constituir en el punto de venta una agrupación de un número determinado de unidades de venta, tanto si va a ser vendido como tal al usuario o consumidor final, como si se utiliza únicamente como medio para reaprovisionar el lineal del punto de venta; puede separarse del bien de consumo sin afectar a las características del mismo. Un ejemplo típico suelen ser las cajas de diversos materiales o los SRP (Shelf Ready Packaging). En aquellos casos donde el producto se transporta a granel el embalaje secundario está en contacto directo con el bien de consumo.
Embalaje terciario: Toda agrupación de unidades de venta de forma optimizada para facilitar el manejo, almacenamiento y transporte, así como para evitar el daño inherente a estas acciones, e incluso para evitar el manejo físico directo y operar mediante maquinaria. Por lo tanto, el embalaje terciario está destinado a soportar grandes cantidades de embalajes secundarios, a fin de que estos no se dañen o deterioren en el proceso de transporte y almacenamiento entre la fábrica y el consumidor final. En este caso, no existe un contacto directo con el bien de consumo. La forma más común es el paletizado, siendo el palet 1200x800 el más habitual y existiendo una tendencia creciente en el uso de palets expositores de menor medida.
Una vez analizados los diferentes tipos de embalaje, se puede concluir que el concepto de packaging engloba a la totalidad de la unidad de carga, desde la botella y la caja hasta al palet, e incluso el film. Es por tanto, la carta de presentación de las diferentes empresas ante sus potenciales compradores, y asimismo ante el consumidor final. Por lo tanto, conviene cuidar todos los elementos de la unidad de carga por igual. ¿De qué sirve disponer de un envase muy atractivo, si se deteriora durante el transporte o se encuentra ubicado en el punto de venta encima de un sucio, deteriorado y poco higiénico palet de madera?
En los últimos años, se han destinado numerosos recursos para la innovación de proyectos de embalaje primario y secundario, con el objetivo de buscar la diferenciación de marca. No ha sido hasta hace poco que las grandes empresas han puesto sus esfuerzos en promocionar proyectos de innovación centrados en el embalaje terciario, donde los objetivos finales son muy diversos: encontrar mejoras y eficiencias que se traduzcan en la disminución de costes operativos, introducir soluciones sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, mejorar la seguridad y fiabilidad de todas las operaciones, etc.
En términos de I+D en el embalaje terciario, cabe destacar el uso en auge del palet de plástico, siendo un elemento clave en el sector del packaging por sus innumerables ventajas. Desde Nortpalet, apostamos por liderar la innovación en el palet de plástico en términos de eficiencias medibles en la logística, mayor seguridad en la manipulación, nuevos conceptos de palets que introduzcan ideas novedosas e inteligentes en las operaciones, y sobre todo maximizar la sostenibilidad de toda la cadena de valor mediante el reciclaje y la reutilización.
La mayoría de los palets de plástico destinados al transporte de mercancías están producidos con materiales reciclados, donde al no estar en contacto directo con los alimentos no requiere, a diferencia de los embalajes primario y secundario, del uso de materiales vírgenes. Por este motivo, el palet de plástico es un aliado estratégico dentro del packaging pues su producción se realiza mediante el reciclaje al final de su vida útil, de los embalajes primario y secundario que son transportados a lo largo de la cadena de suministro ofreciendo una segunda oportunidad a los materiales empleados.
La principal problemática del packaging, es su corto ciclo de vida, lo que se traduce en un elevado impacto ambiental pues al poco tiempo de su creación se convierte en un residuo. De esta forma el palet de plástico transforma dichos residuos en recursos, esta vez con un ciclo de vida muy amplio, para garantizar la máxima sostenibilidad y minimizar tanto la huella de carbono como las emisiones de CO2 de las cadenas de suministro de los diferentes sectores y aplicaciones en los que se emplea. Cada vez son más las empresas que empujadas por una concienciación medioambiental creciente en los consumidores incorporan este concepto en sus RSC responsabilizándose sobre el impacto ambiental de todos sus procesos.
El packaging es quizás el elemento que hace más perdurable la imagen de marca de un determinado bien de consumo. Aspectos como su funcionalidad, su sostenibilidad, la reutilización del mismo y el atractivo de su diseño son esenciales para que el packaging, desde el envase primario hasta el palet, se conviertan en un valioso añadido al bien de consumo comercializado.